
En nuestras vidas hay pesonas que han dejado huellas, que nos han transformado de un modo u otro. Son esas personas las que con sus detalles nos hacen sonreír aún cuando son nuestros peores días. Amigos que por encima del tiempo y del espacio permanecen allí para cuidarnos y querernos. Esos que no tienes que llamar, porque están presentes cuando más los necesitas. Sus palabras te permiten regresar al camino nuevamente. Ese camino que aveces parece interminable y con tantas piedras de tropiezo que no consigues como sacarlas.
Lo triste es que no sacamos el tiempo necesario para agradecerle a esas personas tanto cariño, amor y paciencia; tantos consejos, abrazos y sonrisas; tanta alegría, bondad y sinceridad. Por eso, yo quiero separar este lugar para todos esos amigos especiales que me acompañan en todo trayecto.
Gracias por preocuparse por mi y por mis niños. Gracias por todas las bondades que me regalan. Gracias por estar a mi lado cuando más los necesito y sobre todo gracias por acompañarme en este arduo transitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario