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Anoche 
 
Entre mis sábanas se dibujaba tu silueta, 
y el olor de tu cuerpo impregnaba el mío, 
dándome en nuestro amor la certeza 
de que valió la pena el habernos conocido.
 
 
 
Y entre sonrisas, besos y abrazos, 
nuestros corazones latían como uno, 
haciendo del momento uno soñado, 
de esos mágicos que cambian el rumbo.
 
 
 
Y nos hicimos amantes del tiempo, 
de la noche que se hizo eco, 
en un intante tan bello como perfecto, 
donde dos cuerpos crean un solo cielo.
 
 
 
Y anoche fui completamente feliz 
porque te encontrabas junto a mí, 
éramos en el tiempo un solo latir 
de dos corazones que se aman sin fín.
 
 
 
Soñé contigo y soñaste conmigo, 
perpetuando el encuentro vivido 
en esta noche con un bello motivo 
de explorar hasta el último sentido. 
 
 
 
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