Días cuya jornada es agotante,
caminos que parecen interminables,
sonrisas escondidas en el tiempo,
dolor, sufrimiento y tormento.
¿Acaso te encontraré en el silencio,
en esos lugares que parecen olvidados,
pero son el reflejo de nuestros sueños
y la pereza de nuestros pasos cansados?
¿Serás tú ese ángel que mi alma cuida
que con sus sonrisas me acaricia
y en el silencio me devuelve a la vida
en medio de tanta y tanta ironía?
Devuélveme las fuerzas para luchar
y regálame una sonrisa al despertar;
envuélveme con tu mano sincera
entrégame de nuevo a mi tierra.
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