En la noche me deslizo a través de tu puerta
para embriagarme con tu presencia,
disfrutar tus besos aún en tu ausencia,
y convertirme en esa luna que te observa
sin importar la distancia que nos rodea...
En la mañana, observo tu bella sonrisa,
disfruto de cada momento en silencio,
me deleito con tu mirada sencilla,
mientras me transporto en secreto
a un mundo donde habitan los sueños.
En la tarde es cuestión de física...
nos atraimos como perfectos imanes,
mientras nuestros cuerpos buscan la química
para mezclarse en una solución perfecta
que nos permita del amor ser amantes.
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