viernes, 24 de agosto de 2007

Mirada Perdida

Por: Arleen Mercado

Miro tus ojos y no veo tu mirada reflejada en la mía. Siento como viajas en una obscuridad que empaña el brillo de tus ojos. Tengo miedo de sacarte de ese lugar donde meditas, pero al mismo tiempo temo dejarte allí y que no logres regresar a mí. Me siento a tu lado y observo como las lágrimas brotan de tus ojos pero tu mirada sigue perdida. Sé que sufres, pero como lograr que vuelvas aquí, a la realidad y veas que la vida no es gris como en estos momentos crees que es. En silencio te contemplo y temo hacer ruido. Tomo tu manos entre las mías para acariciarlas y hacerte volver. Siento la frialdad de tu cuerpo y no te quiero perder. Quiero sacarte de esto que te quiere atrapar y ahora no se que hacer. Con voz suave te digo: "regresa" y dejo tus manos para acariciar tu rostro. Tu mirada sigue vagando. No dejo de decirte lo que siento y sin darme cuenta miro a mi alrededor y consigo la respuesta. Mientras acaricio tu rostro te voy relatando todo lo que voy viendo, el color del cielo, de las plantas, de las flores, el sonido del viento y el bailar de las hojas cuando el sol las acaricia y el viento les roza. Ahora tus ojos se cierran y veo las lágrimas inundar tu rostro y las mías comienzan a salir desesperadas. En un tierno abrazo te pido que regreses y siento como tu piel comienza a volver en calor. Tengo miedo de perderte y sé que la muerte te llama, pero no quiero ese destino. Quiero que regreses a mí pues aún te falta mucho por vivir y este lugar espera ansioso por ver tu sonrisa iluminar los días de lluvia. Tu mirada regresa y veo tus ojos iluminarse y tu rostro suavisarse con una sonrisa. Que bella esa última mirada que me dieras y saber que por mí regresaste unos minutos a dejarme con la ilusión de una sonrisa y ese calor antes de que el destino te llevara de mi mundo. Es hermoso saber que el amor te dejo regresar por unos instantes antes de partir a tu mundo oscuro. Siento que me duele el alma y al mismo tiempo que esa última mirada me calma. En ese lugar, que ahora es tu hogar, en el cual el silencio te acompaña, recuerda que mi amor llega donde estes pues lo sentimientos nadie los mata. Descansa y duerme tranquilo. Te llevaste lo mejor contigo y es todo el mar de sentimientos que desbordaste en todo aquel que supo el valor de un amigo.

2 comentarios:

Cada decisión que tomas tiene un resultado. ¿Qué vas a hacer? dijo...

Arleen:

¡Qué hermoso! Lo que es el verdadero amor... Quiero decirte que toco la fibra más sensible de mi corazón. Si las personas vivieran conforme al verdadero amor, un amor que respeta, que se deja sentir, que se entrega a ver lo que somos en realidad; el mundo sería un mejor lugar para vivir...

Otra cosita...
Me encanta tu blog. ¡Sigue así!

Te Quiero Mucho...

Daniel Omar

Arleen Mercado dijo...

Me alegra que te haya agustado y tus comentarios me hacen mucho más feliz. El propósito de escribir es despertar en el lector esos sentimientos que despertaron cuando nuestras ideas fluyeron desesperadas. Yo seguiré visitándote y espero continuar trabajando en el mío con mucho esmero.

Saludos,
Arleen