Mi amigo el silencio me acompaña
me dice palabras al oído
y aunque el dolor mi alma empaña
su paz me devuelve al nido...
En la soledad le encuentro
adornando mi espacio sin motivos
y aunque parece que no ha vuelto
yo le consigo en todos mis caminos...
Es constante y no me abandona
me acaricia con el viento
me sonríe sin demora
y aunque aveces no le veo
su constancia mi alma añora...
Mi amigo el silencio me acompaña
me dice palabras sin sentido
y es que ha vuelto algo distinto
escondiendo su rostro bajo mi almohada...
Está nervioso y no lo escucho,
lo extraño en mi vida y en mi mundo
¿será que acaso de mí se ha olvidado
o tal vez algún duende lo ha alejado?
Quizás no quiere llenar mis días
de preocupaciones y agonías
y sólo desea devolverme una sonrisa
para que mi vida sea algo distinta.
Mi amigo el silencio me acaricia,
luego de varios días de ausencia
y me dice al oído esas palabras
que mi alma por siempre necesita...
Mi amigo el silencio me explica
la bondad de su distancia
y me dice que en esta vida
tengo que luchar por la alegría
que deje escapar en la agonía
y decidí no luchar para conseguirla.
Hoy lo veo más radiante
y sé que será la despedida
ya no habrán más caricias
ni pensamientos distantes
pues he decidido libre dejarle
y encontrar mis propias verdades.
Mi amigo el silencio me acompaña
pero está vez no dice nada
desea regalarme una hermosa mañana
repleta de sentimientos y calma...
Ya no hay soledad en mi vida
pero él sin decir nada cuida mis pasos
y me devuelve calladito la alegría
para que yo pueda cada instante disfrutarlo.
me dice palabras al oído
y aunque el dolor mi alma empaña
su paz me devuelve al nido...
En la soledad le encuentro
adornando mi espacio sin motivos
y aunque parece que no ha vuelto
yo le consigo en todos mis caminos...
Es constante y no me abandona
me acaricia con el viento
me sonríe sin demora
y aunque aveces no le veo
su constancia mi alma añora...
Mi amigo el silencio me acompaña
me dice palabras sin sentido
y es que ha vuelto algo distinto
escondiendo su rostro bajo mi almohada...
Está nervioso y no lo escucho,
lo extraño en mi vida y en mi mundo
¿será que acaso de mí se ha olvidado
o tal vez algún duende lo ha alejado?
Quizás no quiere llenar mis días
de preocupaciones y agonías
y sólo desea devolverme una sonrisa
para que mi vida sea algo distinta.
Mi amigo el silencio me acaricia,
luego de varios días de ausencia
y me dice al oído esas palabras
que mi alma por siempre necesita...
Mi amigo el silencio me explica
la bondad de su distancia
y me dice que en esta vida
tengo que luchar por la alegría
que deje escapar en la agonía
y decidí no luchar para conseguirla.
Hoy lo veo más radiante
y sé que será la despedida
ya no habrán más caricias
ni pensamientos distantes
pues he decidido libre dejarle
y encontrar mis propias verdades.
Mi amigo el silencio me acompaña
pero está vez no dice nada
desea regalarme una hermosa mañana
repleta de sentimientos y calma...
Ya no hay soledad en mi vida
pero él sin decir nada cuida mis pasos
y me devuelve calladito la alegría
para que yo pueda cada instante disfrutarlo.