Y sigo dibujándote con baldes,
con pinturas de la nada
y pinceles que se escapan
de estas manos que no acaban.
Y sigo pensándote con imágenes
tan claras como el agua
y borrosas como tempestades;
haciendo un lienzo con alma.
Es que tu rostro vive en mí,
inmerso en mis recuerdos,
en los momentos que no tienen fin
y anclado en mis sentimientos.
Eres ese SIEMPRE que no se escapa,
ese instante que mi alma reclama,
la tortura que da paso a la calma,
la pasión que mis besos llama.
Y me dejaste libre para volver
a un nido de maravilloso querer,
y surcando los aires lejos volé,
pero al final, junto a ti regresé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario