Un viaje a través de las letras... donde los sueños y la realidad se mezclan para hacer un perfecto enlace.
lunes, 21 de julio de 2008
AZAIRUS
Es interesante cuando puedes reconocer el impacto de un grupo de personas en tu vida; cuando logras ver las bellezas en cada uno de esos rostros que han tranformado tu carácter, tu filosofía de vida. Un día Dios me puso en un lugar muy especial, el Colegio San Antonio. Interesante saber lo difícil que fue adaptarme a un sistema totalmente estructurado y con bases religiosas bien firmes. Un lugar donde la excelencia era la base, eso me gustaba. Al llegar me encontré con cuatro grupos de estudiantes, pero uno de ellos resultó un reto increíble en mi vida. Era un grupo de estudiantes muy particular, con una rebeldía mezclada con dulzura. Un grupo que logró ganarse mi corazón. A pesar de que eran extrovertidos, dinámicos, en ocasiones retadores, poseían un carisma que los convirtió en parte importante de mi vida. En ocasiones trabajar con ellos fue tan difícil que hasta lágrimas me hicieron derramar. Lágrimas que luego se convirtieron en sonrisas. Mientras más difícil se hacía entenderlos y comprender sus actitudes, más mi corazón se llenaba de la presencia de cada uno de ellos. Hoy puedo entender que el Colegio San Antonio y el grupo Azairus han sido una escuela para mí. Dejé de ser una maestra para convertirme en una estudiante. Aprendí tantas cosas allí que me seguirán el resto de mis días. Aprendí la importancia de mirar más allá de una conducta. Aprendí la necesidad de conocer cada uno de los rostros de mis estudiantes, aún cuando en ocasiones me resultara difícil entenderlos. Aprendí que cada uno de esos jóvenes era una joya hermosa y que en cada una de las extremidades de esa piedra tan particular habían problemas y cargas difíciles de manejar, inclusive por un adulto. Aprendí a respirar sus tristezas, sus alegrías y sus logros. Jugamos balompié, nos reímos, ensayamos, nos escuchamos y en ocasiones lloramos por el dolor de algún compañero. AZAIRUS... gracias por tanto amor que me dieron, gracias por haberme dejado entrar a sus vidas.
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1 comentario:
Gracias por tener cosas tan bonitas que decir de nosotros. Gracias por haberte siempre tomado el tiempo y la paciencia de intentar comprendernos. Jamás lo olvidaremos.
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