Muchos abismos se abrieron
ante nuestros ciegos ojos,
sentimientos que nos cubrieron
de lágrimas y sollozos.
Hoy se cierran esos espacios
que interrrumpieron nuestro transitar
logrando que el cansancio
nos impidiera volvernos a amar.
Hoy se abren ventanas, puertas,
caminos y muchas veredas,
se abren nostalgias, riquezas
y el amor toca la puerta.
Abrimos y encontramos
un puente al ingrato pasado
y entonces cerramos
la puerta del dolor causado.
Se abren otras a nuestro paso,
bellas, grandes, brillantes,
dando al amor su eterno espacio
para hacernos del mundo gigantes
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